sábado

Una noche en Casablanca

A Night in Casablanca, 1946

Cinco años después de despedirse del público, los Hermanos Marx reaparecieron para solventar apuros económicos. Contiene los elementos del resto de su filmografía, pero ya se nota que el esquema habitual está agotado. Y ellos algo mayores. La acción se desarrolla en la ciudad marroquí, para aprovechar el tirón comercial de la recién estrenada “Casablanca”.


Un hombre muere envenenado mientras está comiendo. Es el último de una larga lista de gerentes asesinados del Hotel Casablanca. El culpable es un oficial nazi perseguido que se refugia en el hotel -haciéndose pasar por conde- para conseguir que le hagan gerente y llevarse un tesoro escondido. Pero Harpo le quita el bisoñé que usa para camuflarse y entretanto el gobernador llama a Groucho para que se haga cargo del hotel.


Hay número al piano de Chico, al arpa de Harpo, pareja de enamorados que se quieren casar y mujer cómplice del villano, que canta en un club y pretende seducir a Groucho para eliminarlo. Harpo descubre el plan y se lo explica por mímica a Chico.

Harpo es detenido como sospechoso del crimen y cuando suelta la pared del edificio donde se apoyaba, éste se derrumba, tras haberle preguntado el policía que si estaba sosteniendo la pared. Es uno de los pocos gags verdaderamente absurdos y gamberros del filme. Hay otros dos momentos reseñables en los que los tres hacen de las suyas: cuando Groucho intenta comer pero Chico y Harpo se lo impiden, con la excusa de que puede haber veneno; y hacia el final, cuando el nazi prepara el equipaje para huir y ellos lo retrasan con un truco tras otro.


La persecución final se produce desde un camión, para asaltar el avión donde el conde quiere huir con el tesoro. Una vez Harpo al mando del aeroplano, consigue hacerlo despegar y se estrella contra la cárcel (donde acababan de ser detenidos y habían conseguido huir). El conde se vuelve a quedar sin bisoñé, descubren la cicatriz en la cabeza que lo delata y acaba preso. Todo termina cuando los enamorados se besan y la vampiresa suspira que también desearía algo así. Los Marx la oyen y corren tras ella.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aun con todo adoro esta pelicula,mi favorita sigue siendo el conflicto de los marx,pero esta de casablanca tiene un aroma de final de ciclo,de un cine que ya no se hace,que me encanta,gracias por el blog y por traer a los hermanos Marx

Antonio Tausiet dijo...

Gracias a ti por la visita y el comentario.

Velocitator dijo...

Hay una escena en esta película que me sigue haciendo morirme de risa, Groucho entra en una habitación con esa forma de caminar tan suya y se sienta en una silla tras una mesa de despacho con una soltura increible. He llegado a detener el DVD una docena de veces para darle hacia atrás y volver a verla.